Mount & Blade

Hace ya un mes o así estuve jugando a este título desarrollado por la empresa turca TaleWorlds y publicado por Paradox Interactive. Es un RPG muy modesto con bajos requisitos para PC con el aliciente de ser un sandbox o mundo abierto hasta el extremo de que no existe absolutamente ninguna historia como tal. El juego originario fue un proyecto personal de Armagan Yavuz, fundador de TaleWorlds, y de su esposa, Isek Yavuz. Previamente a su lanzamiento, se publicaron versiones Beta en la página web de los desarrolladores, y en Europa fue lanzado en septiembre de 2008. ¿Qué puede aportarnos un videjuego como éste?

Carátula Mount and BladeSinopsis

Eres un habitante más de Calradia, el mundo medieval en el que te sumergirás en Mount & Blade donde la fantasía no hace acto de presencia, y claramente inspirado en facciones reales, podrás optar por alinearte con una de ellas y así poder ganarte el favor del rey correspondiente. No existe historia, tú creas la historia. Eliges el pasado de tu protagonista, te entrenas en el campo de entrenamiento como tutorial, y a partir de ahí tú crearás la historia que quieras en base a las metas que decidas: desde ser un comerciante, a ser un mercenario, o liderar un ejército al mando de un rey o una facción rebelde.

 

Opinión personal

  • Este es un videojuego sandbox puro y duro. No hay historia, nada. Solamente un vasto continente con una serie de leyendas y mitos, con sus facciones, y te sueltan ahí en medio del campo. Aprendes lo básico en un tutorial para saber combatir, y el resto lo descubres. Por tanto es un punto a su favor ya que estamos ante un juego que no tendrá nunca un final, siempre puedes estar jugando y jugando, padeciendo las victorias y las derrotas, logrando éxito, llegando lejos o perdiéndolo todo y empezar de cero de nuevo.
  • Resumiendo, no tiene historia en sí porque no hay una como principal. Y tampoco existen misiones secundarias al uso, sinó que simplemente existen una serie de misiones base que luego existen repetidamente de formas distintas, que se podrán hacer constantemente. Por ejemplo, recaudar impuestos en una aldea para un señor feudal. Llevar una carta de un señor feudal a otro. Combatir en una batalla si eres llamado por el rey. Y así una tras otra, que aunque aparentemente son diferentes, siempre guardan una mecánica similar.
  • Si bien esto significa una jugabilidad ad calendas graecas  (hasta el infinito) como dirian los romanos, lo cierto es que tarde o temprano nos acabaremos aburriendo. Podemos fijar una meta: conquistar para una facción rebelde X aldeas y Z castillos, pero una vez cumplido, debemos seguir jugando ya que te los pueden arrebatar. En el fondo, al menos para mi gusto, esto hace mermar la jugabilidad ya que le faltará alguna motivación al respecto.
  • El apartado gráfico es muy bajo, y no porque sea del año 2008 en absoluto, sinó porque fue diseñado así con un aspecto visual bastante pobre que un PC de hace más de 10 años funcionará perfectamente. No es un videojuego que entre por los gráficos.
  • Y lo mismo podemos decir del apartado sonoro, prácticamente inexistente a unos efectos sonoros muy simplones y a escasísimas melodías que no acaban de cuajar.
  • Sin embargo, no todo van a ser pegas. Existe un potente sistema de habilidades que potenciar por medio de los puntos de experiencia que se obtienen por resolver misiones o por batallar y que podremos personalizar profundamente a nuestro protagonista o incluso a los amigos o compañeros que se alisten a las tropas del ejército que llevaremos. Lo que da muchas posibles vías para desarrollarlo: desde un líder carismático, a un comerciante, a un charlatán que sepa ganarse los apoyos, etc.
  • El sistema de lucha en las batallas al principio, si estamos acostumbrados a colisiones más exactas, hará que nos resulte un tanto raro. Pero al cabo de unas horas le cogeremos gusto. Existe un variado arsenal (hachas, arcos, espadas, escudos, lanzas…) e iremos en nuestra montura de caballo o a pie, en medio del campo en una pradera o asaltando un castillo. Con un buen apartado gráfico habría ganado mucha epicidad la verdad. Si se debe comentar que aunque la batalla fuera de 100 tropas nuestras contra 500 enemigas, cabe decir que no veríamos todas las unidades en combate, sino un limite por pantalla en las que se mantiene la proporción 1 a 5. Esto le hace restar en parte también el fragor de grandes batallas.
  • Su cámara es un tercera persona y por tanto, alejado del estilo de otros como The Elder Scrolls o King’s Field.
  • Un punto a su favor y donde se marca un gran tanto, es la gran comunidad de parches y modds que hay para este videojuego a los cuales si queremos probar una versión mejorada del estilo de juego de Mount & Blade, podremos ir hacia sus expansiones standalone (que no necesitan del juego base) como es Warband o With fire & Sword.

 

Conclusión

Y sin ánimo de extenderme más, es un juego apto para quienes quieran probar un sandbox medieval puro, sin nada de historia. Recomendaría antes sus expansiones que son mejores (aunque aun no las he probado), ya que amplían y mejoran lo que Mount & Blade a secas ofrece. El resto de público, mejor abstenerse.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.